En los tiempos del 5G, las criptomonedas, la sostenibilidad medioambiental, las políticas de género o la cultura de la cancelación ciertos debates o ideas del pasado, más o menos reciente, parecen difuminadas. Conceptos o políticas inspiradas por la masonería, que antes provocaban intensos debates, han quedado en el olvido. Poco de los que pasan cerca de algunas de esas piezas del pasado saben de su relevancia y del mensaje que comunican. Es el caso del Monumento a Emilio Castelar, situado en la plaza del mismo nombre en el madrileño Paseo de la Castellana, en el cruce del Paseo del General Martínez Campos y la calle General Oraá.