Trazado de Rubén Baidez Legidos.·.
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Levantando el Maestro, por Il Guercino (c. 1650) |
La tradición en las iniciaciones mistérica nos deja un presupuesto teológico muy claro y definido, según el cual el ánima con el que nuestro cuerpo se ve “animado” tiene una existencia pre-terrenal y en cierto modo supraterrena. Esta idea la vemos recogida y muy bien expresada como paradigma de esta creencia en la filosofía del mismísimo Platón en obras tales como el Fedón[1], diálogo en el que se relata las últimas horas de Sócrates en la tierra, sus últimas palabras y conversaciones con alguno de sus amigos o en otras como el Menón.