A ambos lados de la puerta del Templo, en el Occidente, se encuentran dos columnas denominadas “B” y “J” que según algunos autores constituyen el emblema de los dos principios de los pares opuestos que dominan el mundo invisible. Aldo Lavagnini nos recuerda que “representan los dos principios complementarios, humanizados en nuestros dos ojos, en la cualidad manifiesta en casi todos nuestros órganos, en los lados, derecho e izquierdo, de nuestro organismo y en los dos sexos que integran la especie humana y se reflejan en todos los reinos de la vida y de la naturaleza”.