Artículo de Ariel Peguero Pio.·.
En la actualidad, se ha vuelto común que las personas se automediquen cuando sienten algún síntoma de enfermedad. El acceso a medicamentos sin receta médica y la falta de información son las principales razones por las cuales se lleva a cabo esta práctica. Sin embargo, la automedicación puede tener graves consecuencias en la salud de las personas.
¿Qué es la automedicación?
La automedicación es el acto de administrarse medicamentos sin la prescripción de un profesional de la salud. Esto puede incluir la compra de medicamentos sin receta médica, compartir medicamentos con alguna otra persona, aumentar o disminuir la dosis de un medicamento o combinar medicamentos sin conocimiento adecuado.
Consecuencias de la automedicación
La automedicación puede tener varias consecuencias negativas para la salud, algunas de ellas son:
– Empeoramiento de síntomas: Tomar medicamentos sin la prescripción médica puede hacer que los síntomas empeoren. Algunos medicamentos pueden enmascarar el síntoma real de una enfermedad, lo que dificulta un diagnóstico y tratamiento adecuado.
– Alergias: Si no se tiene conocimiento de los medicamentos y sus componentes, se puede tener una reacción alérgica grave.
– Reacciones adversas: La automedicación puede provocar reacciones adversas debido a la interacción de los medicamentos con otros que ya estén tomando.
– Resistencia a los antibióticos: El uso inadecuado de los antibióticos a través de la automedicación puede generar resistencia a estos medicamentos.
– Daño a órganos: Tomar dosis incorrectas o combinaciones inadecuadas de medicamentos puede provocar daños irreparables en algunos órganos.
¿Cómo prevenir la automedicación?
Es importante tomar en cuenta las siguientes medidas para evitar la práctica de la automedicación:
– Siempre consultar al médico: Ante cualquier síntoma, es importante consultar a un profesional de la salud para obtener una evaluación y tratamiento adecuado.
– Conocer los efectos de los medicamentos: Es necesario tener en cuenta los efectos secundarios y la posible interacción de los medicamentos.
– No tomar medicamentos ajenos: No debemos tomar medicamentos prescritos a otras personas, ya que estos están diseñados para la dosificación de la persona en particular.
– No automedicarse en casos de enfermedad crónica: En caso de enfermedades crónicas, es necesario seguir al pie de la letra las instrucciones del médico tratante.
-Confiar en la receta médica: No se debe tratar de dosificar por nuestra cuenta los medicamentos indicados en la receta, así como tampoco aconsejar a otros a través de nuestra experiencia.
En resumen, la automedicación puede ser una práctica peligrosa para nuestra salud. Debemos tomar en serio la consulta del médico y no tomarnos a la ligera nuestra salud. Debemos estar informados sobre los medicamentos que consumimos y no compartirlos con otras personas sin la supervisión adecuada. Es importante seguir las indicaciones de los profesionales en la salud y no automedicarse.
Ariel Peguero Pio.·. es médico de profesión.
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