Es el símbolo del Segundo Vigilante. Albert Gallatin Mackey en la Enciclopedia de la Francmasonería, expresa lo siguiente: “La perpendicular en el sentido geométrico significa lo que es vertical y derecho, sin inclinarse a uno u otro lado. En el sentido figurativo y simbólico, transmite la significación de Justicia, Fortaleza, Prudencia y Templanza.
La Justicia, que no se inclina a otro lado sino al de la Verdad; la Fortaleza, que no cede ante ningún ataque adverso; la Prudencia, que siempre prosigue por la senda recta de la integridad; la Templanza, que no se desvía por el apetito de las pasiones”.
El autor antes citado afirma que “es el símbolo de la rectitud de conducta, e inculca esa integridad debida, y senda sin desvío de la rectitud moral que sólo distinguen al hombre bueno y justo” mientras que para Lorenzo Frau Abrines en el Diccionario Enciclopédico Abreviado de la Masonería, simboliza la atracción, la rectitud que debe resplandecer en todos los actos y juicios de un buen masón, y es también emblema de la justicia y equidad que han de tener todos los fallos emanados de los tribunales masónicos”.
La Plomada y el Nivel son estudiados juntos, por cuanto actúan sinérgicamente, ya que mientras el segundo - el nivel - sirve para colocar la hilada horizontalmente, la Plomada, sirve para construir el edificio con la verticalidad precisa. Ambos son el símbolo de la Igualdad de posición, de la gran igualdad Moral y Física que afecta a todos los seres humanos como hijos de un padre común, el Gran Arquitecto del Universo, que hace que el sol brille y que la lluvia se derrame por igual sobre todos y que ha señalado que el destino universal de la humanidad sea la muerte, la cual como niveladora de todas las grandezas humanas, visite lo mismo el lujoso palacio de los príncipes como la humilde choza del labriego.
En el Secreto Masónico de Aldo Lavagnini, nos encontramos con una precisa información sobre este importante símbolo, cuando afirma entre otras cosas, que “la plomada es el instrumento que indica constantemente la línea vertical, o sea la dirección del progreso o crecimiento evolutivo que, como el propio crecimiento de las plantas, siempre se verifica por medio del esfuerzo ascensional en sentido opuesto a la fuerza de gravedad... Intelectualmente la plomada indica percepción, o sea la facultad más baja, que más directamente nos relaciona con el mundo exterior (simbólicamente la tierra) en el cual se hallan a la vez las fundaciones de nuestra existencia material y de nuestro crecimiento intelectual. Así como el peso de la plomada se dirige hacia la tierra, y de esta manera mantiene verticalmente en perfecta tensión la cuerda que sostiene la mano (emblema de la conciencia humana y de sus facultades), así igualmente el organismo físico del hombre (que corresponde con el plomo de la plomada) localiza la atención de la conciencia hacia el mundo objetivo y procura la necesaria tensión de todas las facultades en esa dirección”.
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