domingo, 2 de febrero de 2025

La lección de Jefté: la enseñanza masónica

 Trazado de Isidro Toro Pampols.·.

 


Jefte es un personaje bíblico que se estudia en la masonería.

Al indagar en el Volumen del Libro Sagrado nos encontramos una figura cuyo relato lo envuelve en un halo simbólico que nos convoca, tras su estudio utilizando herramientas masónicas, a la meditación.

Jefté era Juez de Israel. En la época que narramos, en el período anterior a la creación de la monarquía israelita, un Juez era una persona que desempeñaba funciones como gobernador y líder militar en tiempos de crisis, además de presidir audiencias para administrar justicia.


Historiadores sostienen que, desde la conquista de Canaán por Josué hasta la formación del primer Reino de Israel y Judá, las tribus israelitas pudieron haber formado una débil confederación.

Así se instituyó la figura de los jueces, quienes fueron héroes que lucharon por liberar al pueblo de la dominación, siendo secundaria la función de administrar justicia.

El libro de Jueces relata la historia del pueblo hebreo, entre el tiempo del asentamiento israelita en Canaán, tras la muerte de Josué, y la institución de la monarquía con Saúl y David, entre los años 1220 - 1030 a.C. era vulgar.(1)   

Jefté es uno de los doce jueces que registra el precitado libro.

Jefte es hijo de una prostituta y por tal motivo, es echado de su casa por sus medios hermanos.

Tuvo una vida azarosa, al punto que dirigió una banda de desalmados. No era precisamente un símbolo de buenas costumbres.

Durante los ataques de los amonitas a la región de Galaad, los ancianos conscientes de la necesidad de un guía le piden que dirija la lucha contra los opresores.

Aquí tenemos ya enseñanzas: una, los ancianos utilizan el Nivel para igualar al hijo de la prostituta con el caudillo que luchará en defensa de la tribu y la libertad.

Luego, Jefté quien en sus correrías se había desviado del correcto sendero, recordemos las vicisitudes que puede experimentar el recipiendario durante el cuarto paso en la marcha del Compañero, regresa y se eleva, utilizando simbólicamente la Palanca, escuadra su conducta y asume el camino recto, el de la Regla, aplomado, propio de su responsabilidad, pero, necesariamente, interiorizando virtudes, para ser verdaderamente considerado útil y provechoso para la Gran Obra del Gran Arquitecto Del Universo.

Pero las pruebas no terminan allí. Todo lo contrario. Jefté promete en holocausto a quien primero salga de su casa a recibirlo en caso de regresar triunfante de la batalla.

Y así ocurre, saliendo su única hija, tocando panderetas. (2)

El holocausto es un sacrificio en fuego y, aunque las leyes mosaicas prohibían el sacrificio humano, era costumbre de los pueblos antiguos.

A título informativo, existe una controversia en torno a este pasaje, considerando algunos estudiosos que la traducción de la palabra sacrificio es errónea. (3) Recordemos que la Biblia algunos la interpretan literalmente, otros desde el ángulo místico, histórico o filosófico.

Teniendo en cuenta lo anterior podemos inferir que nuestro personaje pasó fuertes pruebas para ser asimilado, finalmente, como Juez, incluyendo la del fuego, la última de la Iniciación, simbolizada en el supuesto holocausto de su única hija.

Siendo líder de su pueblo, enfrenta la envidia de los vecinos, los de la tribu de Efraín.

Este era un pueblo poderoso y altivo, que no fueron solidarios con sus hermanos de Galaad cuando los llamaron a combatir a los amonitas.

Se desata la contienda entre las tribus, perdiendo los de Efraín los vados del rio Jordán.

De allí que los de Efraín cuando algunos intentaban el paso por el rio, le solicitaban que dijeran la Palabra de Paso, la cual, por razones dialectales, no podían pronunciar como los de Galaad, siendo muertos y lanzados al rio Jordán. (4)

La palabra de pase significa numeroso como espigas de trigo. El trigo y el agua, mencionados en el párrafo anterior, son símbolos de regeneración.

Los encontramos en el Cuarto de Reflexión, el trigo en forma de pan. 

El símbolo de la muerte en el asesinato de los miembros de la tribu de Efraín, mensaje a quien vive en el vicio, la altivez y la envidia, en este caso los que buscaban cruzar el rio Jordán, que podemos asociar con la prueba del agua, quienes se transforman y entran en el camino de la vida constructiva.

Todo apunta a un psicodrama que proyecta una ceremonia de Iniciación.

Refiere la Biblia que la matanza sumó los cuarenta y dos mil individuos, lo que ha de ser una alegoría. Veamos.

Difícil que una tribu de esa época tenga esa cantidad de habitantes.

Numerológicamente Cuarenta y dos mil suman seis, lo cual tiene relación con el “Sello de Salomón”, o sea, la unión fecunda del símbolo Fuego (triangulo hacia arriba ∆) con el del agua (triangulo hacia abajo▼). (5)

El seis es un número de perfección. El de los seis días de la Creación. La unidad del arriba y del abajo. Del macrocosmos y microcosmos.

Recordemos que luego de la época de los jueces, se consolida el pueblo de Israel con las monarquías de Saúl, David y Salomón.

Conclusión

Transitar y estudiar estas alegorías te convocan a buscar la Verdad en torno al Ara, por medio de la perseverancia, el estudio y la constancia en la práctica de todas las virtudes.

Siempre hay que renovarse en las pruebas de la Iniciación, los viajes del aumento de salario y hacer de tu juramento, una guía ética y moral diaria.

En el relato observamos hechos que muestran la utilización de herramientas como el Nivel, la Escuadra, la Regla, la Palanca, la Llana, incluso el Compas, este que comprueba los paralelos, traza la circunferencia y fija su centro, ubicando al Iniciado y señalándole hasta dónde puede llegar en su derredor.

Registra la enseñanza del cambio en la conducta de Jefté y, a pesar del triunfo, es sometido a nuevas pruebas, aún más fuertes, más dolorosas.

Sobreponerse y seguir adelante, levantándose con la ayuda de la Palanca, llevando el mensaje con su modelo de vida, orientando, como Juez, quizás como Maestro, a sus hermanos sobre el camino a seguir, en la ruta de los designios del Gran Arquitecto Del Universo, en función de construir su templo personal, seguro que soñando con el futuro Gran Templo de Salomón como santuario colectivo, al Oriente del Valle de Josafat, donde reina la paz, la virtud y la unión.

Esa enseñanza es transferida simbólicamente por medio de ritos, en la metodología masónica. De nosotros depende adquirirla, interiorizarla y elevar nuestro templo a la virtud.

En masonería, cuando se avanza en grados superiores se adelanta en interpretaciones aún más profunda; pero sin lugar a duda, esta narración, al interiorizarla, nos motiva, nos instruye sobre el sendero que transita el masón y nos orienta en la conducta a seguir, al tiempo que nos aporta un buen salario.

Es cuanto

Salud, Fuerza y Unión

 

    Notas y bibliografía

1)     La Biblia de estudio. Libro de Jueces. Sociedades Bíblicas Unidas. Colombia, 1994. Pág. 303.

2)     Idem, pàgs 322-324

3)       Wikipedia «Un análisis de Jueces 11:31». http://es.wikipedia.org/wiki/Jeft%C3%A9

4)     La Biblia… pág. 324

5)     Wirth, Oswald. El Libro del Compañero. Biblioteca Upasika. Ediciòn digital. www.upasika.com pags 64-65

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