En el interior de los Templos Masónicos, en su parte superior, rodeando las paredes de este, se encuentra colgada o pintada una cadena de eslabones o en su lugar una cuerda con nudos que se abre en el occidente, al centro sobre la puerta de entrada.
Representa esta cadena, a los masones esparcidos sobre la superficie de la tierra y la unión entre cada uno de estos; nos manifiesta además la solidaridad masónica que jamás deberá romperse, y “nos explica, - según revela Jorge Adoum en El Aprendiz y sus Misterios - la relación que existe entre una facultad espiritual y otra. Cada ser humano debe buscar, individualmente, ese lazo interno y expresar lo más elevado de sus facultades en pensamientos, sentimientos y obras”.
Aldo Lavagnini, en el Manual del Aprendiz, señala que “la cadena es el lazo interior que une a todos los masones por encima de sus diferencias personales, haciendo de ellos una sola familia Universal. Este lazo interior debe ser buscado individualmente, esforzándose cada cual en manifestar lo más elevado en pensamientos, sentimientos e ideales. Es también la cadena de causalidad que se manifiesta ininterrumpidamente en el mundo de los efectos, en el cual todo pensamiento o acto es efecto de una causa antecedente y causa a su vez de un efecto consecuente”.
Apunta además este autor, que: “Debajo del techo, desde la puerta occidental, donde se terminan sus dos extremos, está la mística Cadena de Unión, entrelazada en doce nudos laterales y descansando sobre los capiteles de doce columnas distribuidas así: seis en el lado Norte y seis en el Sur, simbolizando los seis signos ascendentes y los seis signos descendentes del zodíaco”.
La Cadena de Unión que realizan los miembros de la Orden, consiste en un círculo en el cual se toman de la mano entre sí, con los brazos cruzados y alrededor del Altar o Ara, de manera que en el centro se encuentren las Tres Grandes Luces de la Orden – Biblia, Compás y Escuadra – para invocar al G∴A∴D∴U∴ mediante la “unión encadenada y fraterna de todas las fuerzas vivas presentes en la Logia que de esta manera establecen una comunicación sutil y espiritual entre sus respectivas individuales, sirviendo ello de soporte a la manifestación de la influencia sagrada”, según nos dice Juan Carlos Daza.
Escribe también este autor: “para que la cadena de unión sea efectiva, debe asignarse un fin a la misma, para lo que el Venerable por si mismo o solicitándoselo a otro hermano, propone una dedicación sobre la que concentrarse todos los que la componen. Este es el punto material desde el que se canalizan las voluntades que, al tender hacia un fin común, se suman y proyectan hacia planos sutiles”.
Esta cadena de unión es también utilizada alrededor del féretro de un miembro de la Orden que ha pasado al Oriente Eterno, durante la realización de las Honras Fúnebres. En cualquier caso, esta cadena realizada por los miembros de la Logia, constituye la representación viva del hermoso símbolo que se encuentra en el interior y alrededor del Templo, explicada anteriormente.
ITP
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