Albert Gallatin Mackey reseña en su Enciclopedia de la Francmasonería la historia de la señora Beaton de quien dice: «es el nombre de una de las pocas afortunadas mujeres que se dice ha logrado poseer los secretos del Masón. Encontramos un relato relacionado con esta señora en Historia General del Condado de Norfolk, publicada en 1829.
La señora Beato era residente de Norfolk, Inglaterra, donde comúnmente se le llamaba francmasona debido a las circunstancias de que contribuyó mucho ella al haberse ocultado una tarde en el artesonado del salón de una Logia, donde supo el secreto, para cuyo conocimiento miles de personas de su sexo han intentado su acceso inútilmente.
Fue, en muchos conceptos de un carácter singular, y en el que puede aducirse como prueba que el secreto de los Francmasones murió con ella.
Murió en San Juan Maddermarket, Norwich, en Julio de 1802 a la edad de 85 años»...
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