La Piedra Bruta o Piedra Tosca, se encuentra ubicada al pie de la Columna del Norte o columna «B» y nos manifiesta el estado de ignorancia que tiene el hombre como consecuencia de los vicios y las pasiones. El Masón desde el momento de su Iniciación tiene como labor fundamental, el pulirla con el mazo o martillo de la constancia y con el cincel de la voluntad, para convertirla en Piedra Cúbica o Labrada.
En el Manual del Aprendiz, de Aldo Lavagnini, para referirse al proceso de desbaste de la piedra bruta, leemos lo siguiente: “En este trabajo simbólico, el Aprendiz es a la vez obrero, materia prima e instrumento. El mismo es la piedra bruta, emblemática de su actualmente todavía muy imperfecto desarrollo, a la que tiene que convertir en una forma, o perfección interior, que se halla en estado latente dentro de esa imperfección evidente, de manera que pueda tomar y ocupar el lugar que le corresponde, de acuerdo con el Plan, en el edificio al que está destinada”.
La piedra bruta es, en definitiva, la más auténtica representación simbólica de la personalidad y del carácter del hombre, cuando este se encuentra en estado de imperfección, es decir rodeado de vicios y pasiones y, al mismo tiempo, cargado de ignorancia. El desbaste de la piedra bruta, llena de asperezas e imperfecciones, es una de las razones fundamentales de la Iniciación Masónica, y el Aprendiz lo logra, mediante el trabajo, el estudio y con la práctica de las virtudes, para alcanzar una educación ejemplar y purificar su corazón en el levantamiento de su templo espiritual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario