Trazado de Aldo Lavagnini.·.
Es evidente,
pues, que el elemento espiritual (especulativo
o devocional) y el material (operativo
o constructivo) se hallan íntimamente unidos desde el momento en que primero se
concibió y se realizó la idea de un Templo, como signo exterior de un
reconocimiento interior, y que la Masonería surgió espontáneamente de esta idea
de levantar o establecer un signo a la Gloria del Principio o Realidad
interiormente reconocidos, pues si los masones
en el sentido material fueron “constructores” en general, siempre han sido
más particularmente los que han elevado Templos para el espíritu.
Teniendo
presentes estas consideraciones, no hay nada de sorprendente en la
transformación de la masonería operativa
en especulativa, es decir, de cómo una Institución Moral y Filosófica haya
podido desarrollarse sobre un arte material, tomando el lugar de las
corporaciones medievales y continuándolas.