Trazado de Isidro Toro Pampols .·.
En este trazado continuamos con nuestra serie que reseña organizaciones, eventos e individuos que manifiestamente expresan una conducta antimasónica.
El 26 de septiembre de 1896 se inició el primer Congreso antimasónico de Trento en la ciudad hoy italiana de Trento, capital del Tirol italiano que entonces formaba parte del Imperio austrohúngaro y fue organizado por la Liga Internacional Antimasónica, creada en Roma en 1893, y dirigida por el Príncipe de Loewenstein, quien fue un político católico y posteriormente fraile dominico.
Fue el primer presidente de la Sociedad Católica de Alemania en 1868, y un miembro del Reichstag o parlamento alemán a partir de 1871 representando al Partido Católico de Centro.
El papa León XIII dedicó un Breve al Congreso Antimasónico de Trento.
El Breve Apostólico o Pontificio es un tipo de documento firmado por el Papa y refrendado con la impresión del anillo del Pescador, que generalmente tiene una longitud menor y una importancia inferior a las de la bula.
El día de la apertura se reunieron 36 obispos, 50 delegados episcopales y 700 delegados de diversas organizaciones católicas.
Entre estas delegaciones hay que destacar las de Francia y Austria, con más de 50 personas cada una.
La inauguración del Congreso tuvo lugar en la Iglesia de Santa María la Mayor de Trento.
En la sesión matinal del último día del Congreso, el Comendador Pedro Pacelli —escritor y periodista italiano— presentó una moción de aplauso para el diputado carlista Juan Vázquez de Mella, que propuso a las Cortes de Madrid una vigorosa petición solicitando que sea declarada "ilegal, facciosa y traidora a la Patria" la Masonería, solicitando despedir de los empleos públicos a los masones.
El pretendiente carlista al trono de España, Carlos VII, acudió a Trento para asistir al Te Deum de clausura.
Cuatro temas fueron tratados durante el congreso: la doctrina masónica, la acción masónica, la oración, y la acción antimasónica.
El congreso recomendó la publicación de libros y panfletos baratos contra la masonería.
Los Actos del congreso antimasónico international fueron publicados por el editor francés Desclée.
La literatura antimasónica es extensa y algunos autores, con nombre propio o seudónimos, abundaron en publicaciones evidentemente financiados por organizaciones poderosas pero, a pesar de ello, la francmasonería continúa como una orden fraternal universal que se levanta como un faro de luz contra el oscurantismo.
Foto fuente externa
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