Simbólicamente representa la ciencia, por cuya
razón era la luz el objeto capital de todas las Iniciaciones desde la
antigüedad más remota.
Albert Gallatin Mackey señala en su Enciclopedia de la Francmasonería: “en
la lectura del Primer grado la Logia consta de tres luces inferiores
simbólicas; una de estas se encuentra en el Este, una en el Oeste y otra en el
Sur. Al Norte no hay luz, por cuanto el Templo de Salomón, del cual todas las
Logias son su representación, se colocaba tan al Norte de la eclíptica que el
Sol y la Luna, al alcanzar su altura meridiana, no podían arrojar sus rayos en
la parte septentrional. Por esta razón, en la Masonería es llamado el lugar de
la oscuridad”.